Nos lo pasamos de putamadre, cogimos todos un bolillón que no veas. Estas suelen ser palabras habituales entre jóvenes y menos jóvenes, cuando quieren contarle a otro como pasaron el fin de semana o cualquier fiesta señalada.
De siempre se han asociado las fiestas a las borracheras, no vamos a decir que eso de beber y "ponerse hasta el culo" es nuevo, aunque lo que si es nuevo es la expresión. El problema de ahora, es que hemos llegado a un punto en que no saben divertirse de otra forma que no sea cogiendo una monumental borrachera y no de alcoholes como el vino o la cerveza, sino de alcoholes de alta graduación. Bueno eso en el caso de que el colocón sea alcohólico, porque resulta que hay muchos menos jóvenes, con mas poder adquisitivo, que tampoco saben divertirse si no hay por medio alguna raya de coca. Hay algunas fiestas multitudinarias concretas en que el caudal de coca es mas grande que el del Quema.
Resulta lamentable que entre otras muchas cualidades perdidas por parte de la humanidad, se haya perdido también la cualidad de saber divertirse y haya que acudir a sustancias que a la larga, van a perjudicar gravemente nuestra salud, ya sean estas legales o ilegales, para ser capaces de hacer aflorar en nosotros la alegría. Lo tenemos casi todo, vivimos con muchísimos mas medios que vivieron nuestros padres o nuestros abuelos, pero estamos tan vacíos que no somos capaces de sacar nuestra sonrisa y nuestra alegría de forma natural, sin acudir a medios artificiales.
Cada día nos vamos "robotizando" mas y esas películas que vaticinan que en un futuro podemos ser gobernados por las máquinas, se van a equivocar en una cosa las máquinas no nos van a dominar, nosotros vamos a ser las máquinas.
lunes, 22 de marzo de 2010
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