LA JUSTICIA HA PASADO DE SER UN CACHONDEO A SER UNA MAFIA

Eran otros tiempos cuando Pedro Pacheco afirmaba que la justicia era un cachondeo. El Sr. Pacheco tenía sus razones, aún así el mundo judicial se cogió un rebote de mil pares de narices que a punto estuvo de costarle un serio disgusto, si el Sr. Pacheco estuviera ahora en el candelero sin duda afirmaría que lo que antes era un cachondeo, ahora se ha convertido en una mafia.
Lo que ha ocurrido con los últimos casos de corrupción nos lo ha demostrado, primero con la manga ancha con que el TSJCV ha tratado las querellas que han sido presentadas contra el presidente Camps, después con la misma manga ancha con que el TSJM ha tratado todos los temas relacionados con la corrupción en el Partido Popular y el mas sangrante caso donde la mafia judicial campa a sus anchas, es el linchamiento que está sufriendo el juez Garzón, por tener la osadía de querer sacar la mucha porquería que algunos acumulaban bajo sus alfombras. En este caso se ha visto como sus mismos compañeros se le han tirado a la yugular en cuanto les ha hecho la mínima señal el amó que los nombró para el cargo, que casualmente es el mismo que está mas interesado en que no se levanten las alfombras. Eso sí como diría el chiste del mafioso "pero que parezca que es un accidente".
Es inevitable que pasen estas cosas en este puñetero país, mas que nada por el sistema de nombramiento de las altas esferas judiciales, bueno y las no tan altas. Los partidos se llenan la boca hablando de lo independiente que tiene que ser el poder judicial y sin embargo de alguna forma son ellos los que los nombran y los que se encargan de recordárselo cuando se ven en apuros, si a esto unimos la falta de voluntad de los juristas y lo viciados que están de épocas anteriores, pues como se dice popularmente se junta el hambre con las ganas de comer.
Mientras los ciudadanos asistimos atónitos e impotentes a ese montón de chachullos judiciales y comprobamos que es mas que posible que alguien que ha robado 100 € se pase muchos meses e incluso años en la carcel, mientras que quien roba unos pocos de millones puede salir de rositas, gracias a que puede pagar a abogados, testigos, a algún indocumentado para que denuncie irregularidades y a que tiene la certeza de que sus amigos-clientes-estómagos- agradecidos jueces les van a seguir el juego.