Ante la pasividad y el beneplácito de los gobiernos occidentales Marruecos hace de su capa su sayo y machaca el campamento de saharauis establecido en El Aaiún. Para evitar testigos impide la libre circulación de ciudadanos españoles, tanto particulares como periodistas, algunos de estos últimos han vuelto a casa con evidentes señales del cariño de los marroquies, les impide coger aviones y salir de los aeropuertos, aduciendo como única razón, ya que tienen toda la documentación en regla, que no les permiten viajar simple y llanamente porque no les sale de los cojones.
Anuncia Marruecos la muerte de cuatro gendarmes, sin que haya nadie que lo pueda certificar y lo que es peor, sin que hagan mención alguna a las bajas de saharauis. A ver si ahora va a resultar que los gendarmes iban a llevarles regalos y los malos malísimos de los saharauis los han matado solo por eso, porque son malos malísimos.
Nunca sabremos la verdad de lo que ha pasado, solo, y conociendo los métodos que utiliza para sofocar cualquier disidencia el hermanito menor de nuestro monarca, podremos imaginárnoslo. Mientras tanto y como aparte de ser hermano de nuestro rey es amiguísimo de los yankis, solo podemos compadecernos de los pobres saharauis, ya que tienen todas la papeletas para que les den de hostias por todos lados, mientras todo el mundo mira para otro lado, eso sí, después todos somos amigos del pueblo saharaui cuando hay que salir en las fotos.
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Po sí, piojo, aquí mucho protestar de la visita del Santo Padre (que sí, que será un carca y un facha, pero qué esperan que diga a estas alturas el hombre? Es más, a quién coño le importa?), mientras que se calla este grave conflicto que nos atañe bastante. En el mundo anglosajón eso se conoce como "wag the dog".
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