Este año que parecía que la naranja iba a valer dinero, pues nada los exportadores de Palmanaranja y sus colegas la joden de la misma forma que siempre, empiezan a mandar naranjas que todavía no tienen su punto óptimo de maduración que al llegar a los mercados al que las compra no le quedan ganas de volver a comprar naranjas en un buen tiempo, resultado, no hay pedidos y los precios bajan y ahí es donde los exportadores hacen su agosto, ese es el campo en el que les gusta moverse, un campo en el que los únicos que ganan dinero son ellos, aunque sea a costa de cargarse las expectativas de todos los agricultores.
Si esto hubiera pasado solo este año, pues podríamos decir que ha habido mala suerte, que los mercados no hay quien los entienda y otras paparruchas, pero cuando esto se hace sistemáticamente cada vez que hay buenas perspectivas para los precios, es para mosquearse y hasta para acordarse de la familia de mas de un montón, que no hacen nada mas que pasearse en cochazos pagados con lo que logran birlarle a todos los productores.
Y es que el empresariado andaluz, cordobés y palmeño es así, quieren sacar los beneficios a costa siempre de los que trabajan que además, como es natural, siempre es una miseria y jamás se preocupan por coger los grandes beneficios del valor añadido que supondría una óptima gestión.
Esto no es nuevo, esto ha pasado siempre, estos explotadores han querido siempre conseguir los beneficios de quitarle una migaja de pan a cada conciudadano y no han tenido nunca el coraje ni la inteligencia de luchar por el pan entero con el de fuera. Había una canción "protesta" en los años setenta que decía "Entre los ricos del pueblo se han comprado una romana, para pesar el dinero que al cabo de la semana les roban al jornalero".
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Pues sí, amigo; es como tú dices.
ResponderEliminarY es que aquí creemos tener una economía libre de mercado y lo que tenemos es el libertinaje del oligopolio.
Alguno dirá: ¡Vaya palabreja! ¿Y con eso se va a solucionar el problema?
Pues no, respondo. Es tan sólo un intento de comprensión del problema. Eso que tú describes con tanta claridad no es sino el resultado de la existencia de grupos comerciales que dominan el mercado. Dominan la capacidad de compra, distribución y venta y, claro, arruinan a los productores imponiendo sus bajos precios.
El oligopolio, o dominio del mercado por un pequeño número de empresas comercializadoras asociadas, que se reparten impunemente zonas de actuación comercial y anulan la libre competencia, es una lacra social prohibida por las leyes en los países serios, y controlada por los gobiernos de tales países serios.
¡Pero ahí hemos ido a parar! Países serios, controles legales, acción gubernativa...
Pura entelequia; que se jodan los pobres y se forren los ricos... Así ha sido siempre y así seguirá siendo al sur de los Pirineos.
Saludos.