Cuantas veces en estos dos días hemos escuchado o dicho esta frase, que a fuerza de repetirse se queda solo en una coletilla mas de estos días, tan insulsa y vana como otras muchas que se repiten año tras año en estas fiestas.
Si a nuestros deseos de felicidad en el año que ha comenzado, le pusiéramos un poco de sinceridad y lo que cada uno pueda, para que al menos contribuyamos a que las personas cercanas a nosotros puedan alcanzar ciertos momentos de felicidad, entonces si que esta coletilla estaría cargada de autenticidad, pero si luego durante todo el año vamos a intentar fastidiarle la vida lo mas posible a los que tenemos cercanos, mejor que nos quedemos callados y nos dejemos de tanto Feliz Año, aún a fuerza de parecer maleducados, siempre es preferible un maleducado a un hipócrita.
Pero a la fuerza tiene que ser así, al fin y al cabo, ese Feliz Año es la culminación de unas fiestas basada en grandes mentiras e hipocresías, inventadas por una parte de la sociedad católica para ponerse como el kiko y a la vez hacer algún gesto de humanidad con el cual descargar sus conciencias. Había, no se si una película o una obra de teatro o era parte de la realidad, donde el slogan para estas fiestas era "siente un pobre a su mesa" y el resto del año que lo parta un rayo, que son muy sucios.
De todos modos y como al final tenemos que terminar siendo todos un poco hipócritas para poder seguir formando parte de esta sociedad, pues Feliz 2011 en principio a todos y a los que haya que quitar a lo largo del año, pues ya se irán quitando.
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La peli que dices es "Plácido", de Berlanga
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