¿QUE SE PUEDE PENSAR EN TORNO AL SILENCIO INFORMATIVO A CERCA DE......?

Ayer corrió como la pólvora por Hornachuelos y Palma del Río la noticia del suicidio de uno de los trabajadores que el pasado martes fatídico recibió, sin previo aviso, de sopetón y de forma barriobajera, la notificación de que la BBK había decidido prescindir de sus servicios.
En alguno de los mas de cien comentarios que mereció por parte de los lectores de Diario Córdoba esta noticia, unos le achacaba la responsabilidad de estos despidos a los informes de jefes de zonas, otros a los sindicatos, señalando alguno que ningún representante sindical había recibido esta ingrata noticia, aunque los verdaderos responsables son toda la cúpula directiva anterior o anteriores (curas, políticos, enchufados) cuyo único mérito para ocupar esos cargos eran esos, ser curas, políticos o recomendados de alguna de estas dos faunas anteriores e incluso de las dos. Ninguno estaba allí por ser licenciado en nínguna Universidad de campanillas especialista en carreras relacionadas con las finanzas y lo único que les importaba era vivir a cuerpo de rey y usar el puesto como trampolín para sus carreras eclesiásticas o plíticas.
Diario Córdoba traía el día de ayer tres artículos relacionados con los despidos donde, como hemos dicho antes, han hecho comentarios multitud de lectores en uno u otro sentido y hoy paradógicamente no hay ningún titular con el desgraciado fin de esta persona, ¿que pretenden con este silencio informativo?, ¿creen que con no publicarlo pueden tranquilizar algunas conciencias?, ¿acaso no merece esta persona unas líneas siquiera de estos medios, los mismos que antes estaban atentos a cualquier cagada que se les ocurriera a la dirección de Cajasur y no dudaban en dedicarle portadas y portadas?, valiente panda de desgraciados.
Los que frecuentábamos la oficina de Cajasur situada en la calle Castillejo, mira por donde que coincidencia, tendremos siempre en nuestra memoria su imagen bonachona, tranquila y sonriente, en la caja que está pegada a la pared, y de seguro que siempre que nos acerquemos por allí, esté quien esté en su sitio, se nos vendrá a la memoria la imagen de Manolo Soriano, al que la noticia de su despido, después de muchos años de servicio en esta entidad, le sobrepasó de tal manera, que su mente no vió otra salida que el suicidio. Descansa en paz Manolo.