Así sin mas vueltas de hojas, nada de hasta los kinder, ni hasta los cataplines, hasta los mismísimos cojones de tener que ser siempre los que paguemos los platos que otros rompen.
En los años de bonanza económica, nuestros sueldos no podían subir mucho porque eso haría subir la inflación. Tiene cojones el asunto, la inflación se iba a disparar porque nuestros miserables sueldos subieran un poco mas que el IPC, sin embargo el hecho de que los bancos dieran créditos a cualquier indocumentado o que los constructores ganaran un par de millones de euros por bloque construido,porque las viviendas corrientes pasaran en pocos años de valer 54.000 € a 180.000, eso no, eso no tenía ninguna influencia en la inflación.
Estos que ahora no pagan a nadie porque dicen que están arruinados y a los que el gobierno solícito pierde el culo por ayudar, eran los mismos que antes deploraban cualquier intervención estatal.
A estos mismos individuos que han ganado dinero a espuertas y que no han tributado por ello ni una centésima parte, a estos que son responsables de todas las penurias que estamos pasando y de las que vamos a pasar, porque no cotizaron por sus trabajadores lo que tenían que haber cotizado, ni en tiempo, ni en cantidad, a estos son a los "pobreticos" que ahora tenemos que ayudar enterrando millones de dineros públicos en obras de dudosa utilidad para la ciudadanía que tienen a todos nuestros pueblos cual quesos de gruyeres.
Pués bien, como aseguran las leyes de Murphy, "cualquier cosa por muy mal que esté es susceptible de empeorar todavía mas" a los trabajadores todavía no nos ha llegado lo peor. Se está fraguando la tan solicitada, por todo hijo de puta que ha trincado en tiempos de las vacas gordas, reforma laboral. En esta reforma laboral como en todas las anteriores habrá unos perdedores seguros, los trabajadores, y unos ganadores, que son los mismos hijos de puta que siempre han vivido de explotarlos.
Hoy se reunen nuestros dos máximos dirigentes para ver por donde nos meten mano, porque no nos engañemos a ellos y a sus partidos lo único que les importa es el poder y para conseguirlo o para no perderlo, están dispuestos a lo que sea, hasta a hundir el barco.
Los socialistas, que tenían que acudir en masa al oftalmólogo ya que no fueron capaces de ver una crisis tan gorda, no han tenido recetas para combatirla cuando les cayó de gordo.
Los peperos, que también tenían que acudir en masa al oftalmólogo porque tampoco fueron capaces de ver el montón de chorizos que tenían en sus filas, solo tienen un objetivo, que Alí Babá Rajoy y sus cuarenta mil ladrones lleguen al poder para poder seguir haciendo sus "trabajitos" y si para eso tienen que contribuir a hundir este barco llamado España, que hace aguas por todas partes, pues ningún problema, se hunde, ya vimos las declaraciones de ayer de Alí Babá Rajoy.
Cuando lleguen al poder y no solucionen nuestros problemas (los suyos los tienen resueltos de siempre) con esas maravillosas ideas que dicen que tienen, sacarán la tan remanida excusa de echarle la culpa durante seis o siete años a los anteriores y nos pedirán a los trabajadores que sigamos aprentándonos el cinturón, hasta que se nos ponga cintura de avispa de tanto apretar y vuelta a empezar de nuevo.
miércoles, 5 de mayo de 2010
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