La actividad cultural en Palma del Río, excepción hecha de la Feria del Teatro, (aquí lo que haga falta) está cada día mas cerca de ser la propia de una aldeilla de 200 vecinos que de una ciudad con mas de 20.000 habitantes.
Año a año va empeorando y lejos de tener pinta de enmendarse, de lo que tiene pinta es de que vayan desapareciendo actividades, ante la desidía del Patronato Municipal de Cultura con el beneplácito de su Presidente, el Sr. Alcalde y de la Concejala de Cultura.
Una prueba palpable de este deterioro es la Feria del Libro, antaño realizada a principios de curso, participando todos los colegios, todas las librerías de Palma del Río y alguna que otra venida de fuera. De unos años a esta parte, lo que medio funcionaba se transformó en un laboratorio experimental, cambiándola de sitio (tres o cuatro ha tenido en los últimos años), cada cual con peor resultado. Ya lo dijo hace tiempo uno de ellos (de su partido se entiende), los experimentos con gaseosa.
La desidía de los dirigentes del Patronato Municipal de Cultura ha llegado a tal extremo, que en los últimos años se avisa a los libreros palmeños con cuatro o cinco días de antelación, con el único fin, al menos eso creo yo, de que ninguno participe. Saben perfectamente que así solo hay uno dispuesto a hacerlo y ellos tan contentos, con una casetucha cumplen su objetivo, bueno con una casetucha y las ya tradicionales actividades de Arrempuja Teatro, que están siempre dispuestos, y lo mismo valen para un roto que para un descosido.
No hay excusa posible para este despropósito, tiempo de hacerlo con tiempo, tienen que tener a la fuerza, sino a que viene darle vacaciones por orden facultativa (que no se preocupen los familiares de estos, que no les pasa nada, lo de la orden facultativa es porque la ha dado quien tiene facultad para hacerlo) a gran parte de técnicos y administrativos de este Patronato, a escasos diez o quince días de dos eventos que se suponen importantes como son: una Feria del Libro y la primera Feria del año de la ciudad.
La lógica impera, y claro con estos planteamientos, es de lo mas lógico que después se la avise a los libreros de Palma del Río con cuatro o cinco días de antelación de que se va a llevar a cabo la Feria del Libro. Una Feria del Libro que ya sería indigna para pueblos como Céspedes, El Priorato u Ochavillo, no digamos ya para una ciudad como Palma del Río.
No he puesto a pueblos como Hornachuelos o Peñaflor, porque en actividades culturales nos han adelantado por la derecha, por la izquierda y por el medio, y una de las razones puede que sea el que sus concejales de cultura estén mas pendientes de darle una continua vida cultural a sus pueblos que de su carrera política en otros lugares.
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