LO QUE ERA UN TEMOR SE HA CONVERTIDO EN UNA ESPADA DE DAMOCLES

Hace ya un tiempo expresaba un temor sobre una futura reforma de las pensiones, que según mis informaciones estaban tramando los socialistas.
Este temor ha dejado de ser tal y se ha vuelto una realidad, aunque todavía, según el gobierno y ante la que se ha liado, es solo una propuesta que tiene que pasar por el Pacto de Toledo.
No parece serio que en pais que se ha prejubilado a mansalva a personas con cincuenta y pocos años (de Bancos, Sevillana, Telefónica, Ayuntamientos, etc.) para beneficiar a estos holdings empresariales, ahora nos vengan estos individuos queriendo que nos jubilemos con 67 años. En la mayoría de los trabajos por aquí conocidos, te cuesta la misma vida aguantar cuando tienes 60 años. Se imaginan a una persona con un macaco cargado de naranjas sobre sus espaldas con una edad cercana a los 70 años, cuando esta persona seguro que lleva cerca de 60 años trabajando, pues tuvo que empezar a coger algodón siendo niño. Que le quieran poner esa edad para jubilarse a estos jovenes de ahora, que con 30 años no han dado un palo al agua, todavía tiene algún sentido, pero una persona que con 65 años haya cotizado mas de cuarenta años y los que trabajó sin estar dado de alta de joven ¿que, que no ha contribuido ya bastante con la sociedad? ¿todavía quieren explotarlo mas?.
De todos modos esta pretensión esta teniendo división de opiniones entre los políticos, al igual que está teniendo división de opiniones entre los trabajadores, que estando mas o menos cercana su jubilación van a pillar un buen coletazo de estas medidas. Como he dicho hay división de opiniones entre nuestro colectivo, aunque dentro de la unanimidad: unos nos acordamos de las madres de estos "socialistas", otros nos acordamos de los padres y otros nos acordamos de su familía al completo hasta cuatro o cinco generaciones hacia atrás. Eso si, ellos y ellas pensión de jubilación máxima con solo siete años en sus cargos, sin importar si antes o después han cotizado ni en que cuantía. Eso si que es guardarse para ellos los garbanzos, la pringá y dejarnos a los demás solo el calducho y cuatro patatillas volanderas.