Desplazarse en coche por Palma del Río cada vez resulta mas dificil, a los problemas normales de la circulación en un pueblo (peatones de tres en tres por el centro de la calle, coches estacionados delante de bancos, farmacias u otros comercios, dos que se cruzan con sus coches y se cuentan su vida en mitad de la calle, camionetas descargando mercancias y un largo etcétera) hay que añadir las innumerables obras.
Vale que las obras son necesarias, vale que las obras siempre son molestas, pero el problema es que todas se quieren hacer a la vez y ninguna se quiere hacer de una vez.
La calle Cigüela, hoy de nuevo cortada por obras, ya es la tercera vez que se corta en este año y lo que te rondaré morena. En las veces anteriores no estuvo cortada ni un día, ni dos, fueron muchísimos días los que no se pudo utilizar esta vía que comunica con todo el centro del pueblo. Hoy de nuevo al intentar llegar con mi vehículo hasta el barrio del Parque, me la encuentro cortada un poco mas arriba de la calle Cuerpo de Cristo, tengo que girar obligatoriamente por esta calle y pienso en entrar por la calle Muñoz, ¡sorpresa¡ también está cortada, sigo adelante entro por la calle Santo Domingo para tomar Rioseco en dirección a la barriada del Parque y también está cortada, entonces es cuando me acuerdo de toda la familia de los del Departamento de Obras y como con algo mas de 37º no era muy agradable ir andando y el helicóptero no lo tenía a mano, tuve que dar toda la vuelta al pueblo para llegar a la dichosa Barriada del Parque por la infernal Avda. de Santa Ana con sus doscientos pasos de peatones que no dejan circular con fluidez el tráfico.
Ante esto que se puede sugerir, pues se me ocurre por ejemplo, regular el paso de peatones mediante semáforos, que tengan su tiempo para pasar y que esperen de nuevo a que les toque y no estén pasando contínuamente y con respecto a las obras, pues que cierren el pueblo por obras, las terminen y lo abran cuando no quede ni una.
miércoles, 28 de julio de 2010
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La verdad es que es un asco todo lo que se está haciendo en palma, por no decir que me gustaría saber si el encargado de urbanismo tiene el graduado escolar, porque parece ser que este Ayuntamiento se limpia el culo con las normativas del Ministerio de Fomento respecto a la fabricación y dimensiones de los pasos de peatones sobreelevados, todos los que hay el Palma son ilegales y lo peor de todo es que si se te rompe la suspensión del coche o cualquier otra cosa debido a esto, el Ayuntamiento no se hace cargo, si no que me lo digan a mi que llebo mas de un año con una denuncia puesta por ese motivo,eso sí, dicen que va para largo, pero tu no te retrases en pagar algo que te embargan,solo me queda el consuelo de esperar hasta 28 de septiembre, que es cuando expira el plazo impuesto por el ministerio para todos los Ayuntamientos para que los modifiquen acorde a la normativa,una vez cumplido el plazo ya se pueden denunciar todos y les quedan poco mas de 2 meses para hacerlo. les dá igual lo que opinen los que les dan de comer,porque no hay que olvidar que el Ayuntamiento vive de nuestro dinero, que porcierto, ahora tienen un superavit y tienen que desacerse de lo que les sobra, normal,con tantas tonterias que se inventa y nos hace pagar.....lo gracioso es que quiere quedar bien y lo ha bautizado con un titular,el Ayuntamiento empleará un millon en ayudas sociales, que bien queda eso,ahora tiene que soltar el dinero,para eso que bajen los impuestos o lo que sobre que lo reparta entre todos los que pagamos y que no se lo dé a sus amiguitos de compromiso que siempre son los mismos,que a mi tambien me hace falta comer y darle de comer a mi hija,pero vamos, que ya estamos acostumbrados a eso durante todo el año a que tiren el dinero, hoy hacen una obra,la terminan despues de 3 o 4 meses y después se dan cuenta de que se les ha olvidado meter alguna tuberia o algo y vuelta a levantar la calle y otros tres meses de obra,ya ha pasado mas de una vez, es vergonzoso.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog, y ya puestos aprobecho para hacerte una preguntilla, ¿para qué las bicicletas? ¿aqui hay carril bici ni nada?. un saludo.
Pues a mí, que vivo precisamente en la calle Cijuela, lo que me joroba es que los coches pasen por allí a velocidades más propias de una gran avenida que de una callejuela medieval. Los chavales especialmente, durante los fines de semana, no sólo corren como locos, sino que suelen llevar las ventanillas abiertas y los equipos de música a millones de decibelios. ¡Así no hay manera de conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada!
ResponderEliminarPensaréis que quien esto escribe no es automovilista, o que no usa el equipo de música cuando conduce. Todo lo contrario. Circulo a 120 Km/H por las autovías y a 20 Km/H por las calles de Palma, como de cualquier otro pueblo o barrio viejo de ciudad. En cuanto a la música, diría que no puedo vivir sin ella; pero sólo para mí, como si de una bonita mujer se tratara.
¡Moderación, queridos amigos, moderación!
Octavio Junco
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar1ª parte:
ResponderEliminarSi se me permite discrepar moderada y respetuosamente ―de otra manera no sé, ni quiero, hacerlo― creo poder decir algo personal sobre este tema tan traído y llevado, tan manoseado, de Fidel Castro.
En el verano de 1957 estudiaba yo un curso de Inglés en la Universidad de Miami. Solía reunirme con chicos de Cuba y Puerto Rico que estudiaban allí y les oía hablar acaloradamente de un personaje para mí desconocido, un tal Fidel Castro. Al principio no les prestaba atención especial, pues el nombre me recordaba al de un intérprete de boleros bastante cursi, famoso por entonces en las Antillas, llamado Fidel Prado, y yo les dirigía bromas basadas en el equívoco entre ambos Fideles, el cantante y el guerrillero que luchaba desde Sierra Maestra contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Comprendí la importancia de Castro cuando supe que circulaban por los Estados Unidos unos bonos de ayuda a su causa, por importe de cinco dólares cada bono. Yo mismo llegué a comprar algún bono en la propia Universidad de Miami, creo que sólo un par de ellos, que era a donde mi economía de estudiante alcanzaba.
La venta de bonos era considerable, porque no participaban en su compra tan sólo cubanos exiliados, sino también muchos norteamericanos que simpatizaban con el personaje y con el propósito de derribar del poder a Batista, considerado un déspota impopular y sanguinario.
De manera que aquí tenemos un dato que no se conoce o no se cita: Fidel Castro y su causa recibieron cuantiosos fondos en dólares, en calidad de ayuda del pueblo americano. Tales fondos fueron, según oí y leí a poco de tomar Fidel el poder en Cuba, decisivos para el éxito de su lucha.
Por cierto que, estando poco después en Santo Domingo, en enero de 1958, fui testigo de la llegada de Marcos Pérez Jiménez y de Juan Domingo Perón a la capital dominicana, que por entonces recibía el nombre oficial de Ciudad Trujillo. Ambos llegaron como exiliados; Perón de la Argentina, aunque se había refugiado primeramente en Caracas, y Pérez Jiménez de Venezuela. Perón se paseaba sonriente por las calles dominicanas y hasta coincidí con él ―acompañado de su inseparable secretaria Isabelita Martínez, más tarde su segunda esposa― en un cine Olympia tan vacío de público que sólo estábamos en la sala los nombrados; Perón con Isabelita en los asientos de la derecha y yo en los de izquierda. Pérez Jiménez, por el contrario, sólo paseaba en coche de cristales tintados, con rostro muy serio.
Pues bien, tan sólo un año después, en enero de 1959, también Fulgencio Batista acudió a refugiarse en Santo domingo, tras la entrada de Fidel y los suyos en La Habana. Los tres se trasladarían posteriormente a Madrid, acogidos como refugiados políticos por el régimen de Franco, y tan sólo Perón volvería a su patria para asumir de nuevo, y por tercera vez, la Presidencia, hasta su muerte en 1974.