sábado, 17 de julio de 2010

LOS ANDALUCES HEMOS VUELTO A SER LO QUE FUIMOS, COMO SIMPRE UNOS PRINGAOS

Ya se resolvió el culebron Cajasur, los andaluces de nuevo hemos vuelto a ser lo que fuimos, unos pringaos, que siempre hemos preferido que el valor añadido de nuestro esfuerzo o de nuestros productos se vaya a cualquier otro sitio y nunca que se quede en Andalucía.
Los señoritos andaluces eran los que explotaban a su pueblo para llevarse el resultado de esta explotación a cualquier otro sitio de España, con esto conseguían que esos otros sitios progresaran y Andalucía siguiera siendo su particular feudo que utilizaban para divertirse y explotar a costa de la miseria del resto de andaluces.
Parecía que estos tiempos eran tiempos pasados, pero no, Andalucía y los andaluces estamos condenados siempre a repetir nuestra historia. En este caso, en mi opinión, el papel de señoritos lo han realizado los curas y su sindicato Aspromonte, con el beneplácito de los señoritos de siempre que hoy están casi todos en el Partido Popular. Entre todos han conseguido que Cajasur no se quedara en Andalucía, unos los primeros por orgullo y soberbia y los peperos porque vieron la oportunidad de hacerse con las riendas de esta emblemática institución a través de Caja Madrid.
Cuando los peperos vieron que su primera y única opción les falló, como no tenían otra, se centraron en el objetivo de que no se quedara en Andalucía y así poder utilizar este hecho como arma arrojadiza contra el PSOE, cosa que ya han hecho desde el momento en que se supo que el Banco de España había elegido la oferta de la caja vasca BBK.
Al Sr. Arenas y sus peperos siempre les ha importado un comino Andalucía y sus habitantes, ya lo demostraron con creces cuando el ahora "principal defensor de Andalucía y los suyos" estuvieron en el gobierno de la nación y por negarle cosas a Andalucía y sus habitantes, les negaban incluso a un buen número de estos, las ayudas que el estado tenía que pasar por cada uno de ellos y casi un millón de andaluces dejaban de ingresar en las arcas andaluzas el importe que le correspondía como ciudadano de cualquier autonomía.
Todo este cúmulo de intereses y alguno que otro, han dado el resultado que todos conocemos, que una Caja que ha sido emblema de Córdoba y que se ha hecho grande con el esfuerzo y los ahorros de todos los cordobeses pase a manos vascas. No me atrevo a decir si en estas nuevas manos le va a ir mejor o peor como entidad financiera o si les va a ir peor o mejor a sus trabajadores, que no han visto mas allá de sus propios intereses, de lo que si estoy seguro, y es lo único que llegados a este punto realmente me importa, es que todos los cordobeses, (asociaciones, clubes deportivos, ONGs, Actividades Culturales, etc., etc.,) a la larga vamos a salir perdiendo, aunque a corto plazo para que no se note demasiado intenten metérnosla doblada.
Ante este panorama lo único que se me ocurre y lo primero que voy a hacer el lunes es anular mi modesta cuenta en esta entidad, cosa que invito a que hagan el mayor número de cordobeses posible. Vamos a sacar, aunque solo sea por una vez en nuestra historia, orgullo de pueblo, yo no me imagino que esto mismo, el pueblo vasco ni el Banco de España, hubieran permitido que sucediera en sentido contrario, ya que al pueblo vasco se le teme por la defensa que con dos cojones hacen de lo suyo, cosa que por desgracia no nos sucede a los andaluces y mucho menos a los cordobeses y así nos ha ido, nos va, y si no ponemos remedio nos irá.
Hagamos efectivo un posible lema "NI UNA SOLA CUENTA CORDOBESA EN ESTA NUEVA ENTIDAD, NO ES LA NUESTRA" y si se quedan solos, con su pan se lo coman, la nueva entidad, y todos los que han hecho lo posible su llegada.

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