lunes, 12 de julio de 2010

ESE PULPO, ESE PULPO, EH; ESE PULPO, ESE PULPO, EH

Ayer y gracias a Paul, yo que de por sí soy muy nervioso, hasta tal punto que cuando me posiciono en una cabeza y la miran creen que está enjambraita de piojos y solo estoy yo, pude ver el partido de España-Holanda de lo mas tranquilo.
Cuando mis colegas estaban que se comían sus patitas, yo tan pancho, sabía que ganar el partido era cuestión de tiempo. Que no pudo ser en el tiempo reglamentario, pues me dije, será en la prórroga, si en esta no hubiera aparecido Iniesta, pues hubiera sido en los penalties, de lo que estaba seguro y de ahí mi tranquilidad era de que Casillas levantaría la Copa. Lo había asegurado alguien que no acostumbra a fallar en sus predicciones, no un Rappel, una Aramis Fuster o un Octavio Acebes cualquiera que no dan una, lo había augurado nada mas y nada menos que el PULPO PAUL y la intuición y la clarividencia animal es infalible, por lo tanto no había nada de que preocuparse.
Los holandeses sabedores de su sino, quisieron arreglarlo dando patadas a diestro y siniestro, creyendo que la violencia podría torcer lo que las Moiras habían decidido y Paul había acertado a interpretar.
Todo lo expuesto anteriormente me hizo disfrutar tranquilamente del partido, sin importarme el tiempo que fuera necesario para conseguir el objetivo, al igual que en un buen polvo, despacito, sin prisas, saboreando cada momento para al fin poder disfrutar al máximo del éxtasis final.
Y todo eso gracias a la seguridad que nos había dado la predicción de ese pulpo llamado Paul, que no merece otra cosa que se le traiga a la Costa del Sol y en este retiro dorado que se le rodee de pulpas y pulpitos hasta el fin de sus días, nada de quererlo cocinar como ha pretendido cierto restaurante gallego, que ya hay que ser salvaje y desagradecido. Solidaridad animal, el piojo aboga por la Costa del Sol para Paul.

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