Aunque viene de antiguo, la indiferencia popular en Palma del Río hacia su patrón San Sebastián, bien pudiera encuadrarse en lo que últimamente se ha llamado discriminación positiva.
Palma del Río celebra con todo boato la onomástica de su patrona (Romería, verbena, novenas, fuegos de artificio etc.) mientras la onomástica de su patrón pasa totalmente desapercibida, es mas, me atrevería a decir que la gran mayoría de palmeños desconoce el hecho de que este soldado romano martirizado por Maximiano por negarse a abandonar la religión cristiana, ostenta el patronazgo masculino de nuestra ciudad.
El por qué se le ignora y se pasa de él hasta ese punto, tiene que venir de antiguo, pues pocas personas recuerdan que se celebrara tal día. En el libro los Pagos de Huerta de Palma del Río se recoge que para los hortelanos era un día de fiesta que se celebraba subiendo a los palmares de Saetilla de gira y a coger palmitos. Esta costumbre existía también en Lora del Río, donde también es patrón San Sebastián, y aunque esto se ha dejado de hacer por la prohibición de Medio Ambiente, el día de San Sebastián sigue siendo festivo en este pueblo.
Supongo que sus razones tendrían los palmeños para "castigar" a su patrón con este olvido, porque como decía al principio si fuera una costumbre reciente podría encuadrarse dentro de lo que los "politicamente correctos" denominan descriminación positiva, que no deja de ser una forma, florida si quieren, de enmascarar una discriminación.
San Sebastián, que te han comido el terreno. Rebélate, porque si no lo haces lo tuyo no lo arregla ni Dios.
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