sábado, 26 de junio de 2010

EL CUENTO DE LOS RATONES Y EL GRAN GATO (SEGUNDA PARTE)

Como nada bueno resulta eterno, a este edificio llegó un día un gran gato criado en un edificio muy lejano. Este gato, de nombre CRISIS, al que los ratones no se atrevían a nombrar y para no pronunciar su terrorífico nombre se referían a él como " LA COSA", acabó de golpe y porrazo con la felicidad y la comodidad en la que los ratones se habían instalado.
De improviso todos se dieron cuenta que donde antes había prosperidad, felicidad y abundancia, que todos creían eterna con la presencia de este gato todo se había convertido en pesimismo, desilusión y malos rollos. Esto trajo consigo que lo que antes era una comunidad se fuera convirtiendo poco a poco en un sálvese quien pueda, los dirigentes de cada planta empezaron a querer hacer la guerra al gato por su cuenta e incluso algunos dirigentes, como el de la planta mas al sur del edificio llamado Nomenterodenada Zetape, negaban la existencia de "La Cosa" y con algunos parches improvisados quería hacer ver a sus ratones que a ellos el gran gato no les iba a coger.
Desgraciadamente las evidencias se empeñaban en demostrar todo lo contrario, no solo iban a ser cazados por "La Cosa" sino que además iban a ser las víctimas mas fáciles al estar en el piso de mas fácil acceso. Fueron cayendo muchos ratones víctimas de "La Cosa" sin que las medidas que se iban improvisando surtieran el efecto deseado, había otros ratones que se parovechaban del miedo que causaba "La Cosa" para otros oscuros objetivos y la mayoría veía como sus porciones de queso ya no eran tan abundantes como antes.
La situación cada vez era mas insostenible y muchos ratones pensaban que el ratón dirigente no era el mas adecuado, esto fue aprovechado por el grupo de ratones que tenían como insignia la gaviota cuyo lider Malpega Rajoy veía en el miedo que causaba "La Cosa" la oportunidad de convertirse en el dirigente de la planta. Este dirigente estaba muy dolido con los de la rosa roja porque le habían mojado la oreja ya en dos ocasiones y haciendo honor a su nombre nada de lo que emprendía el otro dirigente le parecía bien, aunque el lo hubiera pedido antes, y en vez de arrimar la patita en momentos graves para la planta, se dedicaba a todo lo contrario y no perdía oportunidad para que las demás plantas, que como hemos dicho antes se dedicaban cada uno por su cuenta a salvar sus muebles, desconfiaran de la suya y casi lo consigue, a no ser porque los dirigentes de las demás plantas se dieron cuenta que mientras mas desunidos estaban, mas grandes eran los ataques de "La Cosa".
Tan inexistentes eran las ideas del grupo de la gaviota y de su lider Malpega Rajoy, que hicieron el paripé de presentarlas el mismo día que la selección de su planta jugaba un partido trascendental en el Campeonato del Mundo de un juego que le gusta mucho a todos los ratones del planeta al que llaman futbol.
Muchos pensaron que eran muy torpes porque se arriesgaban a que sus propuestas no tuvieran en la prensa ratonil el eco que necesitaban, porque para colmo su selección ganó y aunque así no hubiera sido ocuparía todas las primeras páginas de los informativos. Nada mas lejos de la realidad, el hecho había estado muy meditado por los ratones pensantes del grupo de la gaviota y el haber escogido ese día se debía a que así pasaría inadvertida la falta de ideas y de propuestas de su lider para vencer al gran gato.
Su actitud recuerda a otro cuento en el que intervenían ratones y un gato comilón, donde los ratones decían que había que ponerle un cascabel al gato para así escucharlo cuando se acercara, pero ninguno daba la solución mas primaria, que no era otra que como y quien le pondría el cascabel al gato. Esta frase se hizo tan famosa que a partir de ese cuento cuando alguien se empeñaba en señalar un problema sin dar soluciones se le decía muy bien pero ¿quien le pone el cascabel al gato?. Y colorín colorado este cuento todavía no ha terminado.

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