Ayer domingo decidimos unos cuantos compañeros de trabajo irnos a Córdoba a castigarnos el ácido úrico a base de gambas, langostinos, cigalas y algún que otro bichejo por el estilo.
Ya en Córdoba y mientras encontrábamos aparcamiento íbamos escuchando Radio Mezquita y de pronto entrevistan a una adivina, bruja u vidente, no nos quedamos con el nombre común que utilizaba, pero creo recordar que el propio era Pastora Luna, porque lo repitieron varias veces, que aseguraba que el gordo de la lotería del niño tocaría en Córdoba. Empezamos con la guasa y el cachondeo de tal forma que después ninguno recordábamos el número que había dicho, en lo que había acuerdo era en que terminaba en cinco. Hoy al acercarme a la administración de loteria que hay en la calle Alamillos, con la intención de cambiar el único décimo en el que me había tocado en Navidad un misirable reintegro, cual no sería mi sorpresa, al oir comentar en la pequeña fila que se había formado, lo de la casi olvidada por mi parte, predicción de la señora Pastora y allí había varias personas dispuestas a no quedarse sin el número 08035 que era el que había adivinado que saldría la citada vidente. Había incluso dos personas que decían venir de Villarrubia y que al escuchar el número, tuvieron que indagar donde se podía comprar y al enterarse de que ese número se vendía en Palma del Río, (la vidente solo decía que tocaría en Córdoba) ni cortos ni perezosos, se pusieron en camino para adquirir un buen número de décimos con el propósito de revenderlos en su pueblo y costearse así los suyos. Comentaban incluso allí unas personas, que el Alcalde de Palma había adquirido unos 70 u 80 décimos con el objetivo de repartirlos en participaciones de 2 €, a las personas que fueran acercándose al Ayuntamiento hasta que acabaran las participaciones, esto último ni se me ha ocurrido comprobarlo, pero si por pura casualidad toca, seguro que nos enteramos que las participaciones las tienen todas entre los trabajadores del Ayuntamiento y los allegados a los que mandan.
En fin estas predicicones las hacen siempre y nunca se cumplen, aún así todos, aunque digamos no creer en estas cosas, terminamos adquiriendo alguna participación. En mi caso, ya que iba a cambiar el décimo premiado y aunque nunca suelo pedir un número determinado, esta vez he cambiado la costumbre y he terminado pidiendo el dichoso 08035, mas que nada "pa por si vamos", entre otras cosas porque lo pensé detenidamente y elegí hacer el tonto, para evitar lamentarme toda mi vida por querer pasarme de listo. Que le vamos a hacer al final todos terminamos entrando por el aro.
lunes, 28 de diciembre de 2009
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