Ayer escuchaba la radio y de pronto apareció en una entrevista una mujer (Maruja) de las que hacen que uno siga teniendo un poco de esperanza en el ser humano.
Esta mujer (Maruja), de la que indagando un poco he sabido que se llama María Ruiz Martos, natural del pueblo granadino de Guadix, en el cual nació por aquel aciago año de 1936, que emigró casi en su niñez a Cataluña y que desde muy joven hasta la fecha ha sido una luchadora incansable para intentar conseguir que a los barrios obreros donde ha vivido lleguen todas las comodidades que tenían los demás barrios.
Desde sus convicciones comunistas, como ella proclamaba en la entrevista radiofónica, María Ruiz Martos ha encabezado la lucha, desde las distintas asociaciones de vecinos que ha presidido, por conseguir unos barrios donde su pueda vivir dignamente, que tuvieran sus locales para jubilados y que fueran atendidos igual que otros barrios de clases mas acomodadas. Hasta tal punto ha luchado esta mujer que es conocida como la Maruja de Nou Barris y de la Prosperitat.
Pues bien, como reconocimiento a su labor este año estaba designada para recibir la Medalla de Honor de Barcelona, que otorga el Ayuntamiento de Barcelona, cuyo alcalde, el convergente Xavier Trias, acompañado del séquito y boato que le suelen dar a estos acontecimientos, esperaba allí para colgar en el cuello de Maruja y los demás designados.
Cual no sería la sorpresa del Sr. Trias, cuando Maruja, al llegar su turno y en plena ceremonia, se negó a aceptar dicha medalla de parte de un gobierno que estaba recortando todos los derechos sociales por los que ella tanto había luchado para conseguir y acto seguido abandonó el Saló de Cent donde se celebraba el acto.
¡Qué ejemplo nos ha dado esta mujer de setenta y cinco años¡ mas si cabe cuando estamos viendo diariamente a jóvenes, muchos de ellos hasta titulados universitarios, arrantrándose, lamiendo traseros o haciendo lo que haga falta para conseguir un enchufillo de cualquier politicucho de tres al cuarto.
¡Cuantas personas como Maruja nos están haciendo falta en esta sociedad¡ una sociedad que ha abandonado todos sus valores éticos en pos del consumismo.
¡Cuantas nos hacen falta y desgraciadamente qué pocas van quedando¡ personas como Maruja, comunista convencida y de las buenas, como lo han sido una mayoría de estas personas, que entraron en política y en la lucha social en los años de la dictadura para poder hacer algo por los demás y sabiendo que lo único que podían esperar por estar en esa lucha eran palos y cárcel.
¡Qué coraje y qué coherencia con sus ideas¡.
¡Qué diferencia entre estas personas que realmente lucharon en los años negros del franquismo y esa otra panda de cantamañanas que dice en sus discursos lo mucho que lucharon y que hasta que no hubo olla nadie les había visto el pelo¡.
En fin Doña María Ruiz Martos, gracias por su ejemplo, por su lucha y por su coherencia, que en estos tiempos que corren deberían hacernos reflexionar a muchos y aunque seguro que esto no ocurrirá por lo menos usted podrá morirse, espero que dentro de muchos años, con la satisfacción de haber llevado siempre la cabeza muy alta, sin haberse doblegado ni ante el poder, que dicen democrático, de ahora, ni ante la fuerza brutal de la anterior dictadura.
lunes, 5 de diciembre de 2011
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